Escoger maneras de no obrar ha sido siempre la atención y el escrúpulo de mi vida.
Un día tal vez comprendan que cumplí, como, ningún otro, mi deber nato de intérprete de una parte de nuestro siglo.
No quiero nada en la vida que sentirla perderse en esas tardes imprevistas, al son de niños ajenos que juegan en estos jardines enrejados por la melancolía de las calles que los reodean...
Dios me creó como niño y me dejó siempre niño
ese episodio de la imaginación al que llamamos realidad
Bon principi!!! I benvinguda a la xarxa!!!
ResponderEliminar